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Receta de shambar tradicional: cómo preparar este plato típico peruano paso a paso

Descubre el auténtico sabor del shambar tradicional peruano

El shambar es uno de los platos más emblemáticos y representativos de la gastronomía peruana, especialmente de la región norte del país. Este guiso nutritivo y reconfortante forma parte de la cultura culinaria peruana y es preparado con una combinación única de ingredientes que lo hacen irresistible para quienes buscan un plato lleno de sabor y tradición.

Si estás interesado en aprender a preparar esta exquisitez desde cero, aquí te compartimos una receta tradicional de shambar paso a paso, para que puedas disfrutarlo en casa con toda su esencia y autenticidad.

Ingredientes esenciales para un shambar auténtico

Antes de entrar en la preparación, es fundamental contar con todos los ingredientes que le darán ese toque único a este plato típico peruano. La base del shambar está en la mezcla de granos, carnes y especias que juntos crean un caldo espeso y lleno de sabor.

  • Trigo (remojado la noche anterior)
  • Frejoles (preferiblemente frejol canario o canario)
  • Garbanzos
  • Arvejas secas
  • Carne de cerdo (costilla o panceta)
  • Jamón del país
  • Chorizo tradicional
  • Huesos de cerdo para dar sabor al caldo
  • Ajo, cebolla y ají panca
  • Hierbas frescas como el perejil y el apio
  • Sal y pimienta al gusto
  • Vinagre para el toque final

Estos ingredientes son la base para lograr un plato lleno de sabor y textura, donde cada elemento aporta una característica especial al guiso.

Preparación paso a paso para un guiso tradicional lleno de sabor

El proceso para preparar este plato típico requiere tiempo y paciencia, pero el resultado vale cada minuto invertido. A continuación, te explicamos detalladamente cómo hacer un shambar tradicional en casa.

1. Remojo y cocción de los granos

La noche anterior, coloca el trigo, los frejoles, garbanzos y arvejas en recipientes separados con abundante agua para que se hidraten y ablanden. Este paso es fundamental para que los granos se cocinen de manera uniforme y rápida al día siguiente.

Al día siguiente, escúrrelos y reserva. Luego, en una olla grande, comienza a cocinar cada uno por separado hasta que estén casi tiernos. Esto ayudará a que el guiso tenga una textura homogénea y que los granos no se deshagan completamente.

2. Preparación del caldo base

En otra olla, coloca la carne de cerdo, los huesos y el jamón del país. Cubre con agua suficiente y lleva a ebullición. Es importante ir retirando la espuma que se forma en la superficie para obtener un caldo claro y limpio.

Deja cocinar a fuego medio durante aproximadamente una hora para que los sabores se concentren y la carne quede suave. Luego, retira la carne y los huesos, reserva la carne y cuela el caldo para eliminar impurezas.

3. Sofrito para potenciar el sabor

Mientras se cocina el caldo, en una sartén aparte, prepara un sofrito con ajo picado, cebolla finamente cortada y ají panca molido. Cocina a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente y el ají haya soltado todo su color y aroma.

Este sofrito es clave para darle al guiso ese sabor característico y profundo que distingue a esta preparación.

4. Integración de ingredientes y cocción final

En la olla con el caldo colado, incorpora los granos ya cocidos, el sofrito y la carne de cerdo y jamón reservados, cortados en trozos medianos. Agrega también el chorizo entero o en rodajas según prefieras.

Deja cocinar todo junto a fuego lento durante unos 30 a 40 minutos, para que los sabores se mezclen perfectamente y el guiso adquiera una textura cremosa y espesa.

Rectifica la sazón con sal y pimienta y añade las hierbas frescas picadas justo antes de apagar el fuego para conservar su aroma.

5. Toque final y presentación

Un detalle muy importante para disfrutar este plato es añadir unas gotas de vinagre al momento de servir, lo que realza los sabores y le da un ligero contraste ácido muy agradable.

Sirve caliente acompañado de pan fresco o arroz blanco, y si quieres darle un toque especial, añade un poco de cancha serrana para aportar textura crujiente.

Variaciones y consejos para mejorar tu preparación

La preparación del shambar puede variar ligeramente dependiendo de la zona y la familia que lo prepare, pero la esencia siempre se mantiene. Algunas personas agregan otros tipos de legumbres o incluso verduras para darle un toque diferente.

Si buscas una versión más ligera, puedes reducir la cantidad de carne o usar cortes magros, pero si lo que deseas es un plato más tradicional y contundente, no dudes en mantener las carnes grasas y el chorizo que aportan sabor y textura.

Otro consejo es preparar el plato con anticipación, ya que como muchos guisos, al reposar, el sabor se intensifica y mejora notablemente.

El valor cultural del shambar en la gastronomía peruana

Más allá de ser un plato delicioso, el shambar tiene un significado especial en la cultura peruana, especialmente en la ciudad de Trujillo, donde es tradicionalmente consumido los días lunes. Esta costumbre se ha mantenido a lo largo de los años y representa la unión familiar y la celebración de las raíces culinarias del norte del Perú.

Disfrutar de esta preparación es también rendir homenaje a la historia y diversidad de la cocina peruana, que combina ingredientes autóctonos con técnicas ancestrales para crear sabores únicos en el mundo.

Cómo acompañar este plato típico para una experiencia completa

El shambar se disfruta mejor con acompañamientos que complementen su sabor y textura. Tradicionalmente, se sirve con:

  • Pan casero o pan francés para mojar en el caldo
  • Arroz blanco como base para quienes prefieren un plato más contundente
  • Cancha serrana para aportar un contraste crocante
  • Ají amarillo o rocoto en salsa para los amantes del picante

Estos acompañamientos no solo realzan el plato sino que también reflejan la riqueza y diversidad de la gastronomía peruana.

Consejos para comprar ingredientes frescos y auténticos

Para lograr un plato con sabor auténtico, es fundamental seleccionar ingredientes de calidad. Busca en mercados locales granos frescos y legumbres secas sin daños ni polvo. En cuanto a las carnes, opta por cortes frescos y preferiblemente de proveedores confiables que mantengan buenas prácticas de higiene.

El ají panca, ingrediente esencial para el sofrito, debe ser de buena calidad para aportar el color y aroma característico. Si no lo encuentras fresco, puedes usar pasta de ají panca, pero asegúrate que sea natural y sin conservantes.

Finalmente, las hierbas frescas como el perejil y apio deben estar verdes y sin marchitarse, para garantizar un sabor y aroma frescos.

Beneficios nutricionales del shambar

Además de ser un plato delicioso, esta preparación tradicional peruana es muy nutritiva. La combinación de granos como el trigo, frejoles, garbanzos y arvejas aporta una gran cantidad de fibra, proteínas vegetales y carbohidratos complejos que brindan energía sostenida.

Las carnes y embutidos suman proteínas de alta calidad y grasas que aportan saciedad. Las hierbas y especias no solo dan sabor sino que también tienen propiedades antioxidantes y digestivas.

Por estas razones, este guiso es una excelente opción para quienes buscan un plato completo, nutritivo y con la calidez de la cocina tradicional peruana.

Recomendaciones para conservar y recalentar el shambar

Si preparas este guiso en grandes cantidades, puedes guardarlo en recipientes herméticos en el refrigerador por hasta 3 días. Para conservarlo por más tiempo, lo ideal es congelarlo en porciones individuales.

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Al momento de recalentar, hazlo a fuego medio y agrega un poco de agua si es necesario para devolverle la textura original. Evita recalentar en microondas por largos periodos para no afectar el sabor ni la consistencia.

Así podrás disfrutar de este plato típico peruano en cualquier momento, manteniendo su sabor y calidad.

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