Receta de garbanzos con bacalao fácil y deliciosa para preparar en casa
Un plato tradicional con un toque casero: garbanzos con bacalao
En la rica gastronomía peruana, existen combinaciones de ingredientes que resaltan sabores únicos y reconfortantes. Uno de esos platos es el que une la textura cremosa de los garbanzos con el sabor intenso y salado del bacalao. Esta preparación no solo es deliciosa, sino también muy nutritiva y perfecta para compartir en familia o con amigos. Si buscas una receta fácil y práctica para preparar en casa, aquí te presentamos una opción que te encantará y que podrás hacer con ingredientes accesibles.
¿Cómo preparar garbanzos con bacalao de forma sencilla y rápida?
Para iniciar, es fundamental contar con ingredientes frescos y de buena calidad. El bacalao, por ejemplo, debe estar desalado previamente para evitar que el plato quede demasiado salado. Si compras bacalao seco, es recomendable remojarlo en agua fría durante al menos 48 horas, cambiando el agua cada 8 horas para eliminar el exceso de sal. En caso de usar bacalao fresco o congelado, este paso no será necesario.
Los garbanzos, por su parte, pueden ser comprados secos o enlatados. Si optas por los secos, debes dejarlos en remojo la noche anterior para que se ablanden y se cocinen más rápido. La cocción puede tomar entre 1 y 2 horas, dependiendo de la calidad y antigüedad de los garbanzos. Para acelerar este proceso, también puedes usar una olla a presión.
La combinación de estos ingredientes junto con otros elementos como cebolla, ajo, tomate y especias, da como resultado un plato lleno de sabor y tradición. La preparación no requiere técnicas complicadas, por lo que es ideal para cocineros principiantes o para quienes buscan una receta reconfortante sin complicaciones.
Ingredientes clave para una preparación peruana auténtica
- 400 gramos de garbanzos (remojados y cocidos)
- 300 gramos de bacalao desalado
- 2 cebollas medianas picadas en cuadritos
- 3 dientes de ajo molidos o picados finamente
- 2 tomates maduros pelados y picados
- 1 ají amarillo sin semillas, picado en tiras
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 hoja de laurel
- Aceite vegetal para sofreír
- Sal y pimienta al gusto
- Agua o caldo de verduras para cocinar
- Un manojo de perejil picado para decorar
Pasos detallados para una preparación exitosa
Primero, comienza por preparar el bacalao. Si está en trozos grandes, desmenúzalo en pedazos medianos, cuidando que no queden espinas. Luego, en una olla mediana, calienta un poco de aceite vegetal y añade la cebolla picada. Sofríe a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente y ligeramente dorada, esto potenciará el sabor del plato.
Agrega el ajo picado y el ají amarillo, cocinando por unos minutos para que liberen sus aromas. Es importante no quemar el ajo para evitar un sabor amargo. Después, incorpora el tomate picado y mezcla bien. Cocina hasta que el tomate se deshaga y forme una salsa espesa, que servirá como base del guiso.
Ahora es momento de añadir el bacalao desmenuzado. Revuelve para que se integre con la salsa y cocina por unos 5 minutos. Agrega el pimentón dulce y la hoja de laurel, removiendo constantemente para evitar que se queme el pimentón, ya que es un ingrediente clave que aporta color y sabor característico.
Incorpora los garbanzos cocidos y suficiente agua o caldo para que el guiso tenga la consistencia deseada. Si prefieres un plato más caldoso, añade más líquido; si te gusta más espeso, usa menos. Deja que el guiso hierva a fuego bajo durante 15 a 20 minutos, para que todos los sabores se mezclen y el bacalao se impregne bien en los garbanzos.
Finalmente, ajusta la sal y la pimienta al gusto. Retira la hoja de laurel antes de servir. Puedes decorar con perejil fresco picado para dar un toque de color y frescura al plato. Este plato se acompaña muy bien con arroz blanco, pan fresco o incluso una ensalada fresca para balancear la intensidad del bacalao.
Variaciones y consejos para enriquecer esta preparación
La versatilidad de esta preparación permite que cada cocinero le añada su propio toque. Por ejemplo, algunas personas prefieren añadir papas cortadas en cubos o incluso zapallo para darle un sabor más dulce y textura suave. Otros incorporan un poco de comino molido o culantro para intensificar el aroma.
Si buscas una versión más ligera, puedes sustituir el aceite vegetal por aceite de oliva extra virgen, que además aporta beneficios para la salud. También es posible agregar un poco de leche evaporada o crema al final para obtener una textura más cremosa y suave.
En cuanto a la presentación, un poco de ají limo picado puede dar un toque picante que resalta los sabores del bacalao y los garbanzos, ideal para quienes disfrutan de un plato con un poco de picor.
Beneficios nutricionales de combinar garbanzos y bacalao
Esta combinación no solo es sabrosa, sino que también aporta una gran cantidad de nutrientes esenciales. Los garbanzos son una excelente fuente de proteínas vegetales, fibra, vitaminas del grupo B y minerales como hierro, magnesio y fósforo. Su consumo regular ayuda a mejorar la digestión y a mantener niveles saludables de colesterol.
Por otro lado, el bacalao es un pescado blanco con bajo contenido graso, rico en proteínas de alta calidad y minerales como el potasio y el fósforo. Además, aporta ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud cardiovascular y el sistema nervioso.
Al combinar ambos ingredientes, se obtiene un plato balanceado que aporta energía, saciedad y nutrientes necesarios para una alimentación saludable y equilibrada. Es ideal para personas que buscan cuidar su dieta sin renunciar al sabor y la tradición culinaria.
Recomendaciones para almacenar y recalentar
Si preparas este guiso con anticipación, puedes guardarlo en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días. Al momento de recalentar, es preferible hacerlo a fuego bajo en una olla para mantener la textura y sabor original. Añade un poco de agua o caldo si notas que la preparación está muy espesa.
También es posible congelar porciones individuales para facilitar futuras comidas. Solo asegúrate de descongelar lentamente en el refrigerador antes de calentar para conservar las propiedades del plato.
Maridaje y acompañamientos para potenciar la experiencia culinaria
Este plato tradicional se disfruta mejor acompañado de opciones que complementen sus sabores. El arroz blanco es un clásico que nunca falla, pues ayuda a equilibrar la intensidad del bacalao y la textura de los garbanzos.
Otra alternativa son las papas sancochadas o al vapor, que aportan suavidad y neutralizan el sabor salado del pescado. También puedes optar por una ensalada fresca con tomate, cebolla y limón, que aporta frescura y un contraste ácido muy agradable.
En cuanto a bebidas, una chicha morada fría o un jugo natural de frutas tropicales peruanas como la maracuyá o el mango, realzan la experiencia gastronómica y refrescan el paladar.
Consejos para elegir ingredientes frescos y auténticos
Para lograr un plato delicioso y auténtico, la calidad de los ingredientes es fundamental. Al comprar bacalao, busca piezas firmes y con un olor fresco, evitando aquellas con aspecto reseco o manchas oscuras. Si eliges bacalao seco, asegúrate de que provenga de una fuente confiable y que esté bien desalado.
Los garbanzos deben estar enteros, sin señales de humedad o insectos. Si usas garbanzos enlatados, escúrrelos y enjuágalos para eliminar el exceso de sodio y conservantes.
El ají amarillo es uno de los ingredientes estrella en esta preparación. Para conservar su sabor y aroma, cómpralo fresco y úsalo el mismo día. Si no encuentras ají amarillo fresco, puedes usar pasta de ají amarillo, que es común en mercados y tiendas especializadas.
Una opción para disfrutar en cualquier época del año
La combinación de garbanzos y bacalao es perfecta para cualquier estación, ya que puede servirse como plato principal en un almuerzo o cena. En días fríos, su sabor reconfortante y textura espesa brindan calor y satisfacción, mientras que en épocas más cálidas, puedes optar por una versión más ligera y acompañarla con ensaladas frescas.
Además, esta preparación es ideal para quienes desean innovar en la cocina peruana tradicional, incorporando ingredientes de mar con legumbres nutritivas que fortalecen el cuerpo y deleitan el paladar.
Incorpora esta preparación en tu recetario familiar
La próxima vez que quieras preparar un plato diferente, nutritivo y lleno de sabor peruano, considera esta combinación que reúne lo mejor de los garbanzos y el bacalao. Con ingredientes accesibles y pasos sencillos, lograrás un guiso que se convertirá en uno de tus favoritos.
Comparte esta experiencia con tus seres queridos y disfruta de un momento gastronómico inolvidable en casa. No olvides acompañar con un buen pan casero o una bebida refrescante para completar esta deliciosa comida.

