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Receta de alfajores con aceite: cómo hacerlos fáciles y caseros

Deliciosos alfajores caseros con aceite: una opción fácil y rápida

Si estás buscando una alternativa práctica y sabrosa para preparar alfajores en casa, te encantará esta receta de alfajores con aceite. Esta versión, que utiliza aceite en lugar de mantequilla o margarina, es perfecta para quienes desean un postre suave, esponjoso y con un sabor tradicional, pero con un toque diferente y más ligero.

Los alfajores son un clásico en la repostería peruana y latinoamericana, reconocidos por su relleno dulce y su masa delicada. Tradicionalmente, se hacen con manteca o mantequilla, pero usar aceite no solo simplifica el proceso, sino que también puede resultar en una textura más tierna y un sabor ligeramente más neutro que permite que el dulce del relleno brille aún más.

En este artículo, descubrirás cómo preparar estos alfajores caseros con ingredientes accesibles y técnicas sencillas, ideales para quienes no tienen mucha experiencia en la cocina o para esos días en que quieres algo rápido y delicioso.

Ingredientes esenciales para preparar alfajores con aceite

Antes de comenzar con la preparación, es importante contar con todos los ingredientes para que el proceso sea fluido y sin interrupciones. Aquí te dejo los componentes básicos para hacer la masa y el relleno tradicional de dulce de leche o manjar blanco, que es el favorito en Perú.

  • Harina de trigo (aproximadamente 300 gramos)
  • Azúcar (unos 100 gramos para la masa)
  • Aceite vegetal (100 ml, preferentemente de sabor neutro como girasol o canola)
  • Huevos (2 unidades)
  • Polvo de hornear (1 cucharadita)
  • Esencia de vainilla (1 cucharadita)
  • Dulce de leche o manjar blanco (para el relleno, cantidad al gusto)
  • Azúcar en polvo para espolvorear al final

Estos ingredientes son fáciles de conseguir en cualquier mercado o supermercado peruano, y representan una base perfecta para obtener alfajores suaves y con un sabor auténtico.

Preparación paso a paso para unos alfajores caseros con aceite

Comencemos con la elaboración de la masa. En un bol amplio, coloca el azúcar y los huevos, y bátelos hasta que la mezcla esté cremosa y homogénea. Este paso es fundamental para que la masa adquiera aire y quede suave.

Luego, incorpora el aceite poco a poco mientras sigues mezclando. El aceite debe integrarse bien para evitar que la masa quede grasosa o con partes separadas. Añade también la esencia de vainilla para darle ese aroma dulce y característico que todos asociamos con los alfajores.

En otro recipiente, tamiza la harina junto con el polvo de hornear. Este paso es clave para que la masa quede ligera y esponjosa, además de ayudar a evitar grumos que puedan afectar la textura final.

Ahora, combina la mezcla líquida con la harina tamizada, integrándolas poco a poco con una espátula o con las manos limpias. La masa debe quedar suave, ligeramente pegajosa, pero manejable. Si ves que está muy seca, puedes agregar un poco más de aceite o una cucharada pequeña de leche para ajustar.

Una vez lista, envuelve la masa en papel film y déjala reposar en la refrigeradora por al menos 30 minutos. Esto facilita el manejo y ayuda a que los alfajores mantengan su forma al hornearse.

Pasado el tiempo de reposo, precalienta el horno a 180°C (350°F). En una superficie ligeramente enharinada, extiende la masa con un rodillo hasta obtener un grosor de aproximadamente medio centímetro. Usa un cortador redondo o un vaso para formar las tapas de los alfajores, que deben ser todos del mismo tamaño para que queden parejas al armar.

Coloca las tapas en una bandeja para horno con papel manteca o ligeramente engrasada. Hornea por unos 10 a 12 minutos o hasta que los bordes comiencen a dorarse ligeramente. Es importante no excederse en el horneado para que los alfajores no queden duros.

Una vez fuera del horno, deja que las tapas se enfríen completamente antes de rellenarlas. Esto evitará que el dulce de leche se derrita o que la masa se humedezca demasiado.

Finalmente, toma una tapa, unta una generosa cantidad de dulce de leche o manjar blanco y cubre con otra tapa, presionando ligeramente para que queden bien pegados. Puedes espolvorear azúcar en polvo encima para darle un acabado tradicional y atractivo.

Variaciones y consejos para perfeccionar tus alfajores caseros

Una de las ventajas de esta preparación es su versatilidad. Puedes experimentar con distintos tipos de relleno, como crema de chocolate, mermeladas naturales o incluso combinaciones de frutos secos picados con el dulce de leche para agregar textura y sabor.

Si deseas una versión más saludable, puedes sustituir la harina blanca por harina integral, aunque ten en cuenta que la textura cambiará ligeramente. Además, el uso de aceite de oliva suave puede aportar un toque gourmet y saludable, pero es importante que no sea muy fuerte para no alterar el sabor tradicional.

Para quienes disfrutan de un toque crocante, una opción es pasar los bordes del alfajor por coco rallado o azúcar impalpable mezclada con canela, una especia que realza el aroma y la experiencia sensorial.

Un truco para que los alfajores queden más parejos y con mejor presentación es usar moldes iguales para cortar la masa y mantener un grosor constante durante la extensión. También puedes refrigerar la masa un poco más si notas que se ablanda demasiado con el calor de la cocina.

Por qué elegir alfajores con aceite en lugar de mantequilla

La elección de usar aceite en esta preparación responde a varias razones prácticas y gastronómicas. Primero, el aceite es más accesible y tiene un costo menor en comparación con la mantequilla, lo cual es ideal para quienes buscan una opción económica sin sacrificar sabor.

Además, el aceite aporta una textura más ligera y suave, evitando que la masa quede demasiado densa o pesada. Esto es especialmente útil en climas cálidos como el de muchas regiones en Perú, donde la mantequilla puede derretirse fácilmente y afectar la estructura del alfajor.

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Desde el punto de vista nutricional, el aceite de calidad, especialmente si es vegetal y sin procesar en exceso, puede ofrecer grasas saludables que son beneficiosas para el organismo cuando se consumen con moderación. Por otro lado, al usar aceite, la masa suele ser más fácil de trabajar y menos propensa a romperse durante el armado.

Disfruta de tus alfajores caseros en cualquier ocasión

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Los alfajores con esta preparación son perfectos para compartir en reuniones familiares, fiestas o simplemente para acompañar un buen café o té en la tarde. Su sabor dulce y textura delicada conquistan a grandes y chicos por igual.

Si quieres darle un toque especial, acompáñalos con frutas frescas o una bola de helado de vainilla para un postre más elaborado. También puedes preparar un lote grande y almacenarlos en un recipiente hermético; se conservan bien por varios días sin perder su frescura.

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En la gastronomía peruana, la innovación y la tradición van de la mano, y esta receta refleja justamente eso: un clásico que se adapta a los tiempos modernos con ingredientes accesibles y técnicas sencillas, para que todos puedan disfrutar de un pedacito de dulzura casera sin complicaciones.

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